40 años después del terremoto, ¿cuánto hemos aprendido?. Al parecer, muy poco o nada. Según el ingeniero civil Manuel Hermoza Conde, de producirse otro terremoto como el de 1970, los daños serían mucho mayores porque aún continuamos construyendo nuestras casas de manera informal.
Hermoza Conde –uno de los profesionales que el 1970 integró la comisión evaluadora de daños en Chimbote y Huaraz-- recordó que gran parte de las casas que colapsaron habían sido construidas sin la supervisión técnica de un profesional, por lo que se convirtieron en trampas mortales. Dijo que a pesar de que ahora existe una reglamentación especial para la construcción de viviendas y las municipalidades deben supervisar cada una de las obras, esto realmente no se cumple.
El ingeniero Manuel Hermoza advirtió que las construcciones más vulnerables ante un movimiento telúrico son aquellas que han sido levantadas en terrenos donde la napa freática está a menos de un metro de profundidad. Ese es el caso del casco urbano de Chimbote, El Acero, Víctor Raúl, Manuel Arévalo, Ramal Playa, entre otros. En estas zonas húmedas y arcillosas la napa freática –es decir el nivel del agua-- está a menos de un metro de profundidad.
Hermoza Conde explicó que sí es posible hacer construcciones seguras en terrenos pantanosas, sin embargo eso requiere de mucha inversión pues es necesario --en el caso de los edificios grandes-- colocar pilotes y en la base poner mallas de fierro con concreto armado.
El metro cuadrado de la construcción de una casa con todos los requisitos de ley y especificaciones técnicas, tiene un costo promedio de 400 dólares.
La gente de menos recursos económicos no puede costear ese monto.
Hermoza Conde propone que los gobiernos locales, el gobierno regional y el colegio de ingenieros brinden asistencia especializada a los ciudadanos para elaborar los trazos y planos de la futura vivienda.
Hermoza Conde –uno de los profesionales que el 1970 integró la comisión evaluadora de daños en Chimbote y Huaraz-- recordó que gran parte de las casas que colapsaron habían sido construidas sin la supervisión técnica de un profesional, por lo que se convirtieron en trampas mortales. Dijo que a pesar de que ahora existe una reglamentación especial para la construcción de viviendas y las municipalidades deben supervisar cada una de las obras, esto realmente no se cumple.
El ingeniero Manuel Hermoza advirtió que las construcciones más vulnerables ante un movimiento telúrico son aquellas que han sido levantadas en terrenos donde la napa freática está a menos de un metro de profundidad. Ese es el caso del casco urbano de Chimbote, El Acero, Víctor Raúl, Manuel Arévalo, Ramal Playa, entre otros. En estas zonas húmedas y arcillosas la napa freática –es decir el nivel del agua-- está a menos de un metro de profundidad.
Hermoza Conde explicó que sí es posible hacer construcciones seguras en terrenos pantanosas, sin embargo eso requiere de mucha inversión pues es necesario --en el caso de los edificios grandes-- colocar pilotes y en la base poner mallas de fierro con concreto armado.
El metro cuadrado de la construcción de una casa con todos los requisitos de ley y especificaciones técnicas, tiene un costo promedio de 400 dólares.
La gente de menos recursos económicos no puede costear ese monto.
Hermoza Conde propone que los gobiernos locales, el gobierno regional y el colegio de ingenieros brinden asistencia especializada a los ciudadanos para elaborar los trazos y planos de la futura vivienda.
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