A través de un pronunciamiento, el obispo señaló que los escándalos sexuales que han salido con fuerza a la luz pública y han tenido amplísimo eco en los medios de comunicación social han revelado, por desgracia, muchas heridas en el rostro de la iglesia.
“La iglesia de Cristo a la que amamos con todo nuestro corazón, la confesamos santa, pero también la reconocemos pecadora y necesitada de purificación”, dijo monseñor simón piorno, tras precisar que la razón es muy sencilla: la iglesia está conformada por hombres y mujeres de carne y hueso, sometidos a prueba, asediados por la tentación y conocedores de la caída.
Simón piorno consideró que no han sido muchos, pero sí un número significativo de sacerdotes católicos los que en diversas partes del mundo han abusado de menores, cometiendo no solo un pecado, sino también un delito que los obliga a comparecer y a ser juzgados en los tribunales civiles.
Admitió que la estructura moral de la iglesia ha sufrido un verdadero sismo, y ha quedado seriamente dañada. Consideró que pasarán varios años antes que la iglesia vuelva a gozar de la confianza de la sociedad, que ha sido bombardeada por los medios de comunicación social.
El obispo consideró que esta lamentable situación ha sido permitida por dios para inducimos a la penitencia como medio para una auténtica purificación. Consideremos pues que las acusaciones vienen de dios, que al igual que en el libro del apocalipsis, nos llama insistentemente a una vida mucho más fiel”, sostuvo.
Simón piorno señaló también que el laicismo visceral no soporta a la iglesia y quisiera reducirla a escombros, pues no les interesan tanto las víctimas, sino la iglesia a la cual hay que pulverizar. De ese modo desaparecería el nombre de jesús, pero sobre todo su código moral, de la faz de la tierra.
El obispo de Chimbote finaliza su pronunciamiento señalando que los creyentes tienen la certeza de que en esta lucha frontal, la victoria aparente puede ser del laicismo, pero la victoria real es de Cristo, cuya palabra no puede fallar: "los poderes del infierno no tendrán poder contra ella", concluye.
“La iglesia de Cristo a la que amamos con todo nuestro corazón, la confesamos santa, pero también la reconocemos pecadora y necesitada de purificación”, dijo monseñor simón piorno, tras precisar que la razón es muy sencilla: la iglesia está conformada por hombres y mujeres de carne y hueso, sometidos a prueba, asediados por la tentación y conocedores de la caída.
Simón piorno consideró que no han sido muchos, pero sí un número significativo de sacerdotes católicos los que en diversas partes del mundo han abusado de menores, cometiendo no solo un pecado, sino también un delito que los obliga a comparecer y a ser juzgados en los tribunales civiles.
Admitió que la estructura moral de la iglesia ha sufrido un verdadero sismo, y ha quedado seriamente dañada. Consideró que pasarán varios años antes que la iglesia vuelva a gozar de la confianza de la sociedad, que ha sido bombardeada por los medios de comunicación social.
El obispo consideró que esta lamentable situación ha sido permitida por dios para inducimos a la penitencia como medio para una auténtica purificación. Consideremos pues que las acusaciones vienen de dios, que al igual que en el libro del apocalipsis, nos llama insistentemente a una vida mucho más fiel”, sostuvo.
Simón piorno señaló también que el laicismo visceral no soporta a la iglesia y quisiera reducirla a escombros, pues no les interesan tanto las víctimas, sino la iglesia a la cual hay que pulverizar. De ese modo desaparecería el nombre de jesús, pero sobre todo su código moral, de la faz de la tierra.
El obispo de Chimbote finaliza su pronunciamiento señalando que los creyentes tienen la certeza de que en esta lucha frontal, la victoria aparente puede ser del laicismo, pero la victoria real es de Cristo, cuya palabra no puede fallar: "los poderes del infierno no tendrán poder contra ella", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario